sábado, 18 de abril de 2009

EVALUANDO EL ERROR

"Por la ignorancia nos equivocamos, y por las equivocaciones aprendemos." Proverbio Romano.

Hola a todos,esta semana les paso un artículo que me acaba de remitir mi amigo y EDCUCRITICO Alex Murazzo y está referido a la importancia que debemos darle al error en el proceso de evaluación. Aquí el texto, al final hay una reflexión de origen japonés.
Desde sus inicios, los seres humanos han buscado transmitir experiencias que al complementarlas y darle utilidad se fueron convirtiendo en conocimientos transmitidos de generación en generación. Gracias a estos conocimientos lograron el desarrollo de la humanidad, desde el descubrimiento de la agricultura, hasta la tecnología de nuestros tiempos. Claro está, no siempre estas experiencias fueron positivas, es muy probable que la gran mayoría estén fundadas en el error.

El error puede ser concebido como el camino que no debemos recorrer, pero hallarlo es síntoma que nos acercamos a la respuesta que buscamos. Y sí, la experiencia negativa es necesaria, todos en algún momento hemos caído en ella, pero sólo aquellos que la enfrentamos estaremos un paso adelante. Los maestros debemos erradicar el temor de nuestros estudiantes a equivocarse, y es que, el error debería venir de la mano de la perseverancia, aunque muchos estudiantes y maestros relacionan el error con castigo- mala nota- recordemos que: "en la vida no hay fracasos, sólo resultados”. Pensemos una cosa: “¡El éxito es el resultado de las decisiones acertadas, las decisiones acertadas son el resultado de la experiencia y la experiencia suele ser el resultado de las decisiones equivocadas!”. A. Robbins.
Los profesores, tenemos en el error del estudiante un indicador que nos permitirá evaluar y medir su progreso; además, su análisis informa al docente que tan productiva es la estrategia de aprendizaje que se está aplicando y la necesidad de modificarla. Además, el error lleva al estudiante a aprender por descubrimiento llegando a potenciar el pensamiento creativo. Pero el verdadero problema, para la aplicación de la estratégia del error, es quitar del alumno la idea -fortalecida por la dictadura de la mala nota- de que equivocarse siempre conduce a malos resultados. El éxito se alcanza, con una combinación de experiencia y perseverancia, para conseguir lo primero debes errar y si posees lo segundo de seguro que hallaras el resultado que ansías.

Pero por qué es importante la perseverancia, la mejor manera de explicarlo es a través de un texto que hallé en esa fuente inagotable de información que la tecnología a puesto a nuestra disposición “INTERNET”:

El bambú japonés
No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡Crece, maldita seas!"
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo trasforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un periodo de solo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas en crecer?
No. La verdad es que se tomo siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que este requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente
a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.

Que tengan una buena semana. Hasta la próxima.

1 comentario:

R.Torres dijo...

Muy bueno el artículo y la historia que acompaña, me gusto mucho.

R.Torres