Hola amigos, empiezo disculpándome con mis colegas de la maestría por no asistir a clases hoy día; pero, como le expliqué a la profesora Duvois, mi hijo tenía una salida a Chosica y era familiar, así es que quería y debía estar con él, con mi hija Arianita (que este lunes cumple sus seis mesecitos y probará su primera papilla) y mi esposa (que no sé como pero me aguanta).
Hoy, revisando el blog de la conocida psicóloga Susan Frisancho, leí algo que considero valido para compartir pues habla sobre la teoría de la causalidad en los seres humanos que carecen de pensamiento organizado ni operatorio para explicar situaciones tan cotidianas como el empleo de celular en zonas prohibidas.
Ella anota los siguiente en su blog: "Una de las cosas que más me molestan cuando viajo son las personas haciendo lo que les viene en gana dentro del avión, por ejemplo, durmiendo con el asiento reclinado durante el despegue sabiendo que debe tenerse en posición vertical o usando su celular (o cualquier otro aparato electrónico) cuando está prohibido tenerlo encendido. Sobre esto último, al principio pensaba que se trataba básicamente de un problema de desarrollo moral, de respeto a las normas y al bien común, pero ahora pienso que, además de lo estrictamente moral, hay también aspectos puramente cognitivos que son los que explicarían en última instancia el comportamiento de estas personas.
Pensemos en el niño de 5 años que enciende un fosforito en una pila de papeles y hace un gran fuego, pero que cuando se le acusa de haber ocasionado un incendio dice enfáticamente que él no fue no porque esté mintiendo y quiera protegerse, sino porque su pensamiento causal tiene limitaciones: está auténticamente convencido de que su pequeña acción no pudo haber producido un incendio de grandes proporciones pues no puede ligar sus acciones una tras otra ni predecir estados posibles de cosas a partir de las acciones previas, es decir, no logra asociar su acción de encender un fuego pequeño en una pequeña pila de papeles con la producción de un incendio de una mayor dimensión. El paso de lo pequeño a lo grande no se ve, y su pensamiento no puede conceptualizarlo, imaginarlo, ni predecirlo, porque carece de un sistema de coordinación de las acciones, es decir, no tiene un pensamiento organizado ni operatorio.
Del mismo modo, se me ocurre que muchos adultos que siguen usando el celular en un avión aun cuando saben que está prohibido muestran, además de muy poco respeto por las normas y regulaciones, las mismas limitaciones en el pensamiento causal: probablemente piensan que el celular es muy pequeño para causar realmente algún accidente, o que las ondas no se ven y por lo tanto no deben existir o no deben ser en realidad tan dañinas, o que el celular está físicamente muy alejado del tablero de control del avión, o cualquier cosa parecida.
Estas ideas van en la línea de lo que las investigaciones demuestran sobre el pensamiento formal y la causalidad científica: esta es difícil incluso para los adultos, quienes muchas veces siguen teniendo representaciones muy concretas de los procesos biológicos, químicos y físicos. Mas adelante presentaré algunos artículos sobre estos temas. Ahora solo quiero decir que para que la gente apague su celular en el avión no bastaría solamente que, cuando niños, se trabaje con ellos el respeto a las normas: habría que ponerlos también a estudiar ciencias, de modo que se desarrolle su pensamiento causal" (el texto ha sido tomado de:http://blog.pucp.edu.pe/index.php?blogid=189)
Que tengan una muy buena semana. Disfruten de las cosas lindas que se les muestre en el camino y lleven una sonrisa entre los labios para contagiar a los demás. hasta la próxima semana.
Hoy, revisando el blog de la conocida psicóloga Susan Frisancho, leí algo que considero valido para compartir pues habla sobre la teoría de la causalidad en los seres humanos que carecen de pensamiento organizado ni operatorio para explicar situaciones tan cotidianas como el empleo de celular en zonas prohibidas.
Ella anota los siguiente en su blog: "Una de las cosas que más me molestan cuando viajo son las personas haciendo lo que les viene en gana dentro del avión, por ejemplo, durmiendo con el asiento reclinado durante el despegue sabiendo que debe tenerse en posición vertical o usando su celular (o cualquier otro aparato electrónico) cuando está prohibido tenerlo encendido. Sobre esto último, al principio pensaba que se trataba básicamente de un problema de desarrollo moral, de respeto a las normas y al bien común, pero ahora pienso que, además de lo estrictamente moral, hay también aspectos puramente cognitivos que son los que explicarían en última instancia el comportamiento de estas personas.
Pensemos en el niño de 5 años que enciende un fosforito en una pila de papeles y hace un gran fuego, pero que cuando se le acusa de haber ocasionado un incendio dice enfáticamente que él no fue no porque esté mintiendo y quiera protegerse, sino porque su pensamiento causal tiene limitaciones: está auténticamente convencido de que su pequeña acción no pudo haber producido un incendio de grandes proporciones pues no puede ligar sus acciones una tras otra ni predecir estados posibles de cosas a partir de las acciones previas, es decir, no logra asociar su acción de encender un fuego pequeño en una pequeña pila de papeles con la producción de un incendio de una mayor dimensión. El paso de lo pequeño a lo grande no se ve, y su pensamiento no puede conceptualizarlo, imaginarlo, ni predecirlo, porque carece de un sistema de coordinación de las acciones, es decir, no tiene un pensamiento organizado ni operatorio.
Del mismo modo, se me ocurre que muchos adultos que siguen usando el celular en un avión aun cuando saben que está prohibido muestran, además de muy poco respeto por las normas y regulaciones, las mismas limitaciones en el pensamiento causal: probablemente piensan que el celular es muy pequeño para causar realmente algún accidente, o que las ondas no se ven y por lo tanto no deben existir o no deben ser en realidad tan dañinas, o que el celular está físicamente muy alejado del tablero de control del avión, o cualquier cosa parecida.
Estas ideas van en la línea de lo que las investigaciones demuestran sobre el pensamiento formal y la causalidad científica: esta es difícil incluso para los adultos, quienes muchas veces siguen teniendo representaciones muy concretas de los procesos biológicos, químicos y físicos. Mas adelante presentaré algunos artículos sobre estos temas. Ahora solo quiero decir que para que la gente apague su celular en el avión no bastaría solamente que, cuando niños, se trabaje con ellos el respeto a las normas: habría que ponerlos también a estudiar ciencias, de modo que se desarrolle su pensamiento causal" (el texto ha sido tomado de:http://blog.pucp.edu.pe/index.php?blogid=189)
Que tengan una muy buena semana. Disfruten de las cosas lindas que se les muestre en el camino y lleven una sonrisa entre los labios para contagiar a los demás. hasta la próxima semana.
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