Hoy les contaré una historia que oí hace mucho tiempo atrás. Cuentan los abuelos que en la selva vivían muchos animales; entre ellos, tres muy especiales: el mono, el loro y el pez. Cierto día llegó un maestro y decidió crear una escuela. Pronto se abrieron las vacantes y los primeros en inscribirse fueron nuestros tres animalitos especiales. Siendo la selva un lugar peculiar, el maestro Claudio diseñó su programación para tres cursos básicos: natación, vuelo y salto en árboles. Los alumnos se mostraron felices con la propuesta del profesor innovador.
Así empezarían los problemas. el día de la clase de natación, el profesor Claudio pidió a todos los alumnos que pasen la prueba; el primero en lanzarse fue el pez que -por su peculiar hábitat- hizo el mejor tiempo y nadó con suma facilidad; el maestro le puso veinte. El turno era del mono que - por más esfuerzo que hizo- no llegó a la meta; el profesor calificó la constancia del monito y le puso once. Finalmente, se lanzó el loro; solo dio un par de aletazos; sus plumas mojadas lo hundieron y casi casi se ahoga en la partida. El profesor Claudio lo reprendió severamente y le puso un cinco.
Al día siguiente sería la clase de vuelo. El loro obtuvo un espectacular veinte. El mono empezó a lanzarse pero nunca voló; su esfuerzo fue premiado con un once. Al turno del pez, todos se burlaron. No volaba, se impulsaba y se impulsaba pero siempre caía al agua; sus branquias empezaron a dañarse y perdió el conocimiento.El profesor lo castigó con un cinco.
Durante el tercer día, el profesor los llevó a las lecciones de salto en árboles. Esta vez se lució el monito ganando su primer veinte; el loro se lanzaba, volaba y alcanzaba el objetivo con relativa facilidad lo que le valió un quince; en cambio, el pez nuevamente fue descalificado porque no sabía saltar entre los árboles y pues otro cinco para él.
sabes, tú eres el maestro Claudio. Dime ¿cuantos alumnos peces tienes?, ¿tendrás algun loro o monito entre tus chicos?. Crees que es lógico aplicarles una sola y única prueba a todos con los mismos indicadores y sistemas de calificación. ¿te has sentido alguna vez mono, loro o pez frente a un evaluador?. No respondas, solo piensa en lo que estamos haciendo como educadores. hasta la próxima semana.
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